Primero de todo, hablemos de las comillas. ¿La cultura se consume? ¿Es lo mismo un libro que un plátano? Yo creo que no, al menos a mi personalmente me gusta pensar en un museo o en una serie de televisión como algo más que un simple producto a consumir y olvidar… pero bueno, aceptemos la cultura como producto a “digerir” y sigamos…
Últimamente hay decenas de noticias con todo tipo de lamentos sobre la bajada en el consumo de productos culturales. La gente no va al teatro, no va al cine, no compra libros, ni películas ni series…Si te das una vuelta por diferentes blogs, encuentras explicaciones de todo tipo. En cuanto a la asistencia a espectáculos o cine, el aumento del IVA Cultural ha hecho mucho daño, eso no hay duda y me resulta increíble que con las malas cifras todavía no se hay actuado para intentar reparar el daño que se está causando.
En cuanto a la compra de libros y de material digital, se culpa directamente a la piratería del mal momento que se está pasando, y aquí es cuando creo que se está cayendo en un discurso victimista y carente de autocrítica por parte de la industria, la cual pasa toda solución por imponer leyes super-restrictivas que así de primeras nos traten a todos como delincuentes en potencia, imponiéndonos una serie de medidas preventivas donde paguemos justos por pecadores.

En mi humilde opinión, se deben preparar cambios por ambos lados, industria y consumidores: La industria cultural (sobre todo la editorial) debe de una vez entender que hay unas nuevas reglas de juego, que internet ha llegado para quedarse y que es necesaria una “reinvención” para adaptarse a los nuevos tiempos. Para ello debe tener el apoyo institucional (bajada ya del IVA del libro electrónico del 21 al 4%) Esto debe mejorar el acceso de los ciudadanos a estos productos; algunos de ellos no podemos dejar de considerarlos “de lujo” viendo algunos precios a día de hoy.

A su vez, dudo mucho que los españoles seamos todos unos piratas en potencia. Entiendo que una parte de la gente no se bajará del “todo gratis” de ninguna manera y según mi particular punto de vista, son personas que si no fuera gratis no consumirían nada, aunque valiera céntimos…de aquí nace la que para mi es la gran mentira que nos intenta vender la industria para defender sus intereses:que una descarga ilegal = un producto no vendido. Calculan pérdidas en base a descargas ilegales de usuarios que nunca, nunca se gastarían un euro en ese producto si no pudiera acceder a él de esta manera gratuita. Aun así también creo que somos muchos los que estamos dispuestos a pagar precios razonables, que queremos que nuestros creadores favoritos vivan de su trabajo; que pensamos que plataformas como Netflix son necesarias ( WuakiTV o NubeOX tienen margen de mejora) y que entendemos que un libro o disco digital no puede valer casi lo mismo que uno impreso en papel o CD.

En fin, hay margen de mejora, y hay que atender a los detalles, no verlo todo como blanco o negro. Y lo más importante: creadores y consumidores estamos en el mismo barco, no somos enemigos.

Sandro González es el Responsable de Formación de CXC