Ya está aquí el 2014.

Los libros de Historia nos enseñan que ya los babilonios (hace casi 4000 años) y los romanos  celebraban el año nuevo. Hacer propósitos de Año Nuevo es tan antiguo como la celebración misma. El más popular de los propósitos de los babilonios era devolver las herramientas agrícolas y el de los antiguos romanos era pedir el perdón de sus enemigos. Los anglosajones tenían un festival llamado Yule, donde celebraban la entrada del nuevo año comiendo jabalí y realizando los solemnes “juramentos del jabalí” donde exponían sus propósitos para el año entrante. Esta costumbre llega muy viva a nuestros días, y es raro que alguno de nosotros se quede el 31 de diciembre sin hacer una lista mental de qué queremos que nos depare el año (por supuesto, los más famosos y comunes propósitos son hacer ejercicio y dejar de fumar…)

En CXC seremos muy “prudentes” y para el 2014 pedimos tranquilidad y ausencia de imprevistos e incertidumbres tanto en nuestros proyectos habituales como en los nuevos. Y si no es mucho pedir, que el equipo de profesionales que conforman CXC siga creciendo. Esperemos que se cumpla!